miércoles, 29 de diciembre de 2010

Aprovechando menús del día

Aunque no sean fechas especialmente indicadas para darse entripadas extra, ya que hay fechas fijas para ello, las vacaciones de Navidad (y las de verano) dan una opción muy interesante para las comidas. Muchos restaurantes tienen menús del día muy interesantes a buenos precios, pero claro, a lo largo del año los mediodías es complicado desplazarse mucho más allá de donde nuestras obligaciones nos retienen.
Hemos aprovechado para conocer "Nolita" , restaurante italoamericano situado en la calle Isidora Goyenechea, entre Sanchinarro y La Moraleja (Madrid). El sitio gusta al entrar: techos altisimos, unas curiosas lámparas hechas con cubiertos. Espacioso y agradable. El menú del día ofrecía 5 primeros, 5 segundos, bebida, postre y café: 13 euros. Ni nos pensamos mirar la carta. De primeros optamos por un tartar de atún con guacamole, curioso de sabor, ya que no acababa de saber claramente ni a atún ni a guacamole. Aún así estaba rico, pero ya digo que raro.También una sencilla pizza de jamón y champiñones que la verdad es que estaba muy bien.



Una rara crema de mango con albóndigas de salmón.Me supo un poco fuerte la crema, que cogía el sabor del pescado y la hacía no apta para cualquier paladar.



Y unas seguras patatas con huevos estrellados, difícil de hacerlas mal.:)



De segundos me pedí un rabo de toro con crema de patatas y setas. Algo escasa la chicha del rabo, pero sabrosa, con la crema de patatas dando muy buen resultado.



Hubo también unos escalopines de pez espada con gambas y gulas,



un plato que no recuerdo y un risotto un poco regulero.



De los postres no hay fotos, pero el tiramisú me pareció riquísimo, emborrachado muy correctamente el bizcocho pero sin sabores agresivos.Y los helados de la casa muy válidos, podrían ser caseros, uno de tarta de queso y frambuesas y otro de piña colada. Nos gustó bastante en general. Como curiosidad, lunes, martes y miércoles por la noche hay barra libre de pizzas, con trece variedades, que te sirven en la mesa...Creo que me pasaré...:)

No dudéis en comentarme sitios de menú del día que merezca la pena conocer!!!!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Minijuego para minipost...

Algo rápido y curioso para ver cuánto sabemos de esto del buen comer y beber. Me llega de Viamichelin la invitación para jugar a una especie de trivial de vinos y productos gourmets europeos.Ya os digo que no he hecho muchos puntos de momento en esos 50 segundos de tiempo!!! Que de cosas de comer algo se, pero de geografía alimentaria, voy pez...:)

Se accede por aqui.De momento mi record son 3000 puntos.Espero vuestras puntuaciones!!!

PINCHAR PARA JUGAR

domingo, 19 de diciembre de 2010

Vaya huevos que tenemos...

Bien, olvidaos de lo que dije de controlarme estas dos semanas antes de Navidad y quedaos con el párrafo en el que comentaba que en algún momento abriría un poco la mano. Éste es uno de esos momentos. Quedada con unos amiguetes de la facultad en el bar de un primo suyo. Ya de salida suena a enchufismo, pero ya os digo que no va por ahí la cosa (aunque a algo si que nos invitaron, je, je…). Lo curioso del lugar es que es un sitio que me hubiera llamado la atención aun sin estar relacionado con ningún conocido.

¿Y por qué? Pues porque hacía tiempo que quería probar los huevos de avestruz. Y allí los preparan. El lugar se llama “Bar Macarena”, en la calle Puerto de Pajares 5, Madrid. Es un local chiquito, familiar, bastante nuevo pero ya con clientela fiel. Eso si, si quieres mesa para comer ya puedes reservar con tiempo, porque se llena con facilidad. Su especialidad esta en el huevo de avestruz y las carnes exóticas. Gacela, orix, kudu, cebra…parecía la carta un capítulo de nasionalyeografic.:) Nosotros optamos por pedir, obviamente, el huevo de avestruz y un plato de carne de ñu. Y por si las moscas (o sea, por si resultaba alguna cosa un poco rarilla de comer), unas raciones de oreja y de chopitos, para españolizar el tema.



El huevo se presenta como veis en una gran sartén, con chistorra, morcilla, chorizo y patatas. Es de sabor suave, la yema venia casi liquida, perfecta para mojar. Su sabor no difiere mucho del de gallina. La clara es otra cosa, con una textura algo diferente a la que conocemos, quizás algo mas dura al morder, bien cuajada ( a mi me daba miedo que algo tan grande se quedara a medias y hubiera “moco”, ya sabéis, pero no). El huevo en si mismo sale a 58 euros y de ahí comimos seis perfectamente, así que menos de 10 euros la ración.



La carne de ñu, muy tierna, de sabor suave, contra lo que yo esperaba, vino en un plato caliente con unas muy correctas verduras a la plancha. El resto muy correcto, la oreja crujientita y correctos los chopitos.

A los postres una fondue de frutas y chocolate abundante y unas piñas coladas, estas cortesía de la casa hacia su prima…:)

Así que muy bien, un sitio curioso que promete más sorpresas. Nos habló de que van a traer huevos de emú y escorpiones a la miel…Yo es que soy mucho de probar esas cosas raras.¿Y vosotros?

lunes, 13 de diciembre de 2010

Hacer la goma

Aún a riesgo de empezar a transformar esto en un diario al uso, hoy el tema vuelve a versar un poco sobre mi mismo. Y es que a estas alturas de año el efecto yo-yo o “hacer la goma” está más vigente que nunca en mis digestiones. Hombre de excesos alimenticios como pocos, soy capaz de estar una semana a base de yogures desnatados y a la siguiente meterme para el cuerpo dos kilos de carne en una sesión de buffet libre. Sin problemas. Ahora bien, el tema está en que llegan las fiestas navideñopantagruélicas y las semanas del yogur o la lechuga no tienen sitio ahí. Los recientes cumpleaños familiares no han ayudado precisamente a posicionarme en modo “amortiguar el golpe”. Mi fiel supervisora, la Wii Fit, en la que me peso cada cierto tiempo (a ser posible siempre después de hacer ejercicio, cosas del autoengaño), me comenta que en los últimos catorce días he cogido cuatro kilos y medio. Eso me lleva a la mitad del tramo que baje el año pasado. Un hermoso +10 Kg. desde Mayo, unos lustrosos 97, camino de las tres cifras. Y en vísperas de Navidad. ¡Ho, Ho, Ho!, que diría Papa Noel. Una barba blanca y me presento a clon del Santísimo Claus en breve. Véase mi versión 2006...así andábamos y por ahí andamos!!!!



Así que nada, toca tratamiento de shock durante dos semanas. Que habrá algún momento en que abra un poco la mano (y la boca), seguro, pero toca controlarse hasta Nochebuena. Claro, que todo esto ha sido detectado…bueno, confirmado, tras una buena entripada el domingo (la detección ya la hacen las camisas que empieza a no hacer falta planchar de lo que se ajustan, los agujeros del cinturón que cada vez se ven más lejos de alcanzar…). Así que os pongo una de las últimas recetas hipercalóricas que me permitiré hasta dentro de dos viernes, receta que participó en esa entripada dominguera:



Mejillones a la Crema de cava.
1 Kg. de mejillones cocidos
Una cebolla
Medio litro de leche
100 ml de nata líquida
150 ml de cava
Dos cucharadas soperas colmadas de harina
Nuez moscada, pimienta y sal.
Aceite

Yo compré los mejillones ya cocidos, pero si preferís cocerlos vosotros, hacedlo al vapor de un vaso de cava, para ir dándole aroma. Poned los mejillones abiertos con una sola de sus conchas sobre una bandeja. Las conchas luego harán de cucharilla para la salsita. Picad fina la cebolla y pochadla lentamente con un poco de aceite. Cuando este blandita, añadid la harina y remover. Al final el objetivo es una especie de bechamel ligera, y añadiendo la harina a la cebolla evitaréis los grumos. Añadid entonces la leche, la nata, el cava y removed a fuego fuerte hasta que espese, id probando y añadiendo sal, nuez moscada y pimienta negra al gusto durante la cocción. Cuando este en el espesor deseado, napar (gran verbo: cubrir con la salsa) los mejillones y servir espolvoreando con un poco más de nuez moscada. Devorar haciendo cuchara y barquitos de pan y luego sentirse culpable cuando la Wii te llama obeso…

jueves, 2 de diciembre de 2010

Primer 2010

Os aviso con tiempo por si os interesa y entra en vuestros planes. El fin de semana de 10 y 11 de Diciembre se celebra en el Palacio de Congresos de Madrid la feria de vinos de maceración carbónica "Primer 2010". Una nueva oportunidad de catar unos cuantos buenos vinos por la patilla.



¿Qué es eso de la maceracón carbónica? Os remito a Wikipedia:
"La técnica consiste en que las uvas sean fermentadas en una atmósfera de dióxido de carbono antes de que sean machacadas.La forma tradicional de fermentación hace que la uva sea machacada de tal forma se mezclen los azúcares con las levaduras, para finalmente mediante la fermentación alcohólica en un recipiente adecuado se obtenga el vino con su etanol. La maduración carbónica hace que la uva fermente con el mosto del interior de la uva y que los vinos obtenidos tengan sabores más afrutados y con menos contenidos de taninos."

Son vinos muy ricos, fragantes, de paso generalmente fácil, muy aptos para el chateo y las racioncillas.

Recordad la pequeña guía que puse por aquí para estos eventos y añadid algún consejillo extra: estos vinos son especialmente tintoreros. Es decir, las gotitas que inevitablemente te caen en la mano a lo largo del evento te dejarán bastante teñido de color vino. Y no esta mal llevarse un cepillo de dientes: también saldrás con los piñotos amoratados.Por lo demás, disfrutad del vino con moderación, pero con pasión.
La invitación para el evento os la podeis bajar AQUI.

PD: por cierto, veo con agrado que hemos llegado a los 80 fologüers via Google Friend...Moooola!!!

lunes, 29 de noviembre de 2010

No hacemos carrera

Parece que le he cogido gustillo a lo de las carreras populares. Este pasado fin de semana he corrido la de “Ponle Freno”, promocionada por Antena 3. Un frío pelón importante a las 9 de la mañana. Dos vueltas a un circuito no muy favorable, la verdad. A mi la subidita esa del Retiro hasta el Ángel Caído es que me mata. Y había que hacerla dos veces. Así que no he mejorado mi marca personal de los 10 Km.



Y aqui me veis en la llegada, cuando el tiempo marcaba sobre el 56:30 (ojo, que ese no es mi tiempo, que pasé por la salida a los cuatro minutos de empezar la carrera), por todo el centro, saludando a la afición que tanto me ha dado...:)










Eso si, llegas a casa con la satisfacción del deber cumplido. Las 10:30 de la mañana y ya has hecho ejercicio. Te quitas el disfraz de correr (con esto de las maillots negros parecía una convención de hombres rana más que una carrera) y lo pones a secar, porque da un poco de asquete meterlo con el resto de ropa para lavar, para que os hagáis una idea de la cantidad de sudor que lleva.



Y te duchas y te vas directo a la Wii, a ver cuanto has perdido.¡Yuhuuuu, dos kilos abajo desde la ultima pesada! Una de las mayores autoestafas que hay en cuanto a regímenes: pesarse after sudada. Pero vamos, la gloria es efímera. Y como has salido con dos kilitos por debajo de tu anterior marca, vas crecido. Ya había dejado preparado el día de antes unos buenos aperos para hacer risotto, no fuera que luego estuviera muy cansado, así que la comida fue potente.

Rissoto de pollo especiado, calabaza y setas.

Tres contramuslos deshuesados
Dos dientes de ajo.
Tomillo, romero y pimienta
200 gramos de calabaza.
Una bolsa de setas variadas congeladas
Un litro de caldo de pollo (en mi caso Gallina Blanca)
Tres tazas de arroz carnaroli (vale otro arroz, pero merece la pena el acabado con este)
Una cucharada sopera de mantequilla
Una taza de parmesano rallado (esta vez use Grana Padamo, pero vale)

No me entretendré mucho en la receta, ya que hay alguna más de risotto en el blog.Sólo comentar que el pollo se trocea pequeñito y se deja un rato con el ajo picado y las especias antes de añadirlo a la cebolla y la calabaza ya salteadas. Y dejar hacer chup chup de poco en poco, regando el arroz con el caldo hirviendo cada vez que se seque.



Así que nada, risotazo para el cuerpo con una botellita de vino, un rico Altorredondo del 2006, poderoso pero que casaba muy bien con la fuerza del arroz.



A media digestión todavía, nos preparamos para ver el partido de Nadal contra Federer con picoteo tipo marraneo y un ron. Torreznos, patatas fritas sabor chorizo, pepinillos agridulces, palomitas bañadas en toffe (como lo oís…), anacardos a la miel….A estas alturas ya había recuperado entre sólidos y líquidos el 100% de lo perdido…Ganó Federer y para consolarnos partimos un poco de queso, jamón, paté… Vamos, que a las 9:00 de la mañana pesaba 93 kilos. A las 10: 30, 91 Kilos. A las 15:30 unos 92,5 y por la noche…que le den a la báscula!!! No hacemos carrera de uno mismo, no hacemos carrera…:)

viernes, 26 de noviembre de 2010

De tapas por Prosperidad, 2010, mejorando.

Un año más he picado en acercarme a la semana de vinos y tapas que celebra el barrio de Prosperidad. No sabía lo que me iba a encontrar esta vez. Ha habido altibajos importantes de una edición para otra, así que no estaba claro si tocaba la de cal o la de arena. Y la verdad es que salí contento. A 2,50 € la consumición, que esta vez daba a elegir entre cerveza, cerveza sin alcohol, mosto, vino blanco o tinto y cava. Probamos unas cuantas, algunas realmente curiosas, como esta crema de cocido con brocheta de sus viandas, realmente sabrosa y además bien calentita, que se agradece con los fríos que hace.



O la croqueta de morcilla con rebozado de kikos, con una salsa que sabía mucho a esos kikos.



Bien el bocatín de calamares con salsa alioli.



Correcta la tartita de carne especiada y queso.



Algo menos nos gustaron las tostas de solomillo en dos bares diferentes.



Pero en general mejor nivel que otros años.Los vinos muy dignos y la opción de poder pedir algo sin alcohol (para el que lo quiera, claro) me parece un acierto. Volveremos el año que viene, visto que se ha recuperado el nivel.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Nuestras neveras

Este fin de semana, debido a un pequeño descuido, me ha tocado descongelar la nevera. Lo típico: te la dejas mal cerrada una noche y se forma dentro un glaciar que ya no te deja mover cajones ni cerrar siquiera la puerta bien. Media horita de estar tirado en el suelo con un secador (para haberme electrocutado) dándole aire caliente mientras recogía carámbanos, alguno de tamaño considerable, con un barreño, tras arrancarlos a golpes de cuchara de madera. Aunque la operación fue más o menos limpia, no pude evitar acabar con el culo helado, sentado en un charco de trocitos de hielo y agua a cero grados o casi. Quite con un pañito la abundante escarcha que quedaba en los alimentos de los cajones y los volví a colocar, con los pantalones empapados, las zapatillas empapadas y un frescor de nalgas reconfortante.
Ya del tirón pensé en hacer una limpieza-colocación de alimentos en la zona alta de la nevera, pero la verdad es que estaba hasta los huevos…:) Pero ver el relativo desorden me dio la idea de hacerle un retrato al contenido. Retrato de un día cualquiera de mi nevera. Más bien llenita ese día. Para verla a lo grande y poder cotillear más detalles pinchad en la foto. Arriba suelen estar las salsas. Hay un bote grande verde que es mermelada casera de ciruela, hecha por mi padre. Detrás hay una colección de salsa que pillé en una tienda de productos ingleses muy curiosas, pero casi sin estrenar, a la espera de una buena tabla de patatas y salchichas. Al lado, la salsa de eneldo que usamos para las patatas con salmón ahumado, cena socorrida de más de un día. Asoma un benjamín de cava que no se cuánto tiempo debe llevar ahí. Reserva es como mínimo. En la segunda balda cuajadas, unos yogures malísimos de soja que nos dieron en una promoción y pan de molde. También están ahí escondidillos los típicos taquitos de jamón, chorizo y demás para los platos de pasta ultrarrápidos de emergencia: espirales con tomate y chorizo. Para la tercera tenemos la fiambrera. ¡Qué triste que se vean las Sabanitas de queso! Hay un trozo de parmesano para un futuro risotto, pepinillos dulces y alcaparras, un queso de oveja cojonudo que me trajo mi tío Paco, que tuvo el acierto no sólo de comprarlo, sino de tenérmelo par de semanas en aceite, huevos y salchichas.



En la de abajo las latas: cocas Zero para Laura, tónicas para los gintonics de los cuñaos, mis mahous, un bote de nata para los gofres del Mercadona (un vicio, se hacen en 15 segundos al microondas. Coged los que llevan la bolsita de chocolate) y alguna cerveza rarilla por detrás. El plátano y la manzana son accidentales ahí, al igual que la bolsa de pasta fresca. En los cajones de verdura poca cosa: ajos, cebollas y una bandeja de gengibre.Siempre pico y cuando necesito un cachito compro la bandeja entera y acaba estropeándose. En la puerta los huevos en general, aunque alguno de ellos acompañados de productos cosméticos ( a mi no me miréis!!!). Kepchup, mostaza y salsa barbacoa. También mermeladas, zumos y el agua y la leche. Y eso es lo que da de si. No es una nevera demasiado correcta: costaría hacer una buena cena a partir de los ingredientes que hay. Son más complementos para otras cosas. Pero bueno, así compramos nosotros.
Os propongo un ejercicio curioso: abrid vuestra nevera y no hagáis trampa: tal como este le tiráis una foto y me la enviáis por mail a pachi.blazquez@gmail.com con el título “NEVERA”, comentando si os apetece algo del contenido, lo que veáis más curioso, lo que os apetezca o simplemente la foto. Iré actualizando el post con las que me enviéis para comparar unas con otras. ¿Os apetece? A ver cuantas juntamos...o a ver si junto alguna...:)

NEVERAS DE LOS LECTORES

Ignacio de la Calle:
"La repisa de arriba se usa para las carnes. Dado que Debbie es vegetariana, ese es mi territorio. Esta vez hay también un pucherito con arroz blanco que va con el taper azul de la repisa de abajo donde tengo unas judías negras que hice ayer. Salieron buenas. Tengo escondido por ahi, detras de un taper con aceitunas negras, una tarrina de manteca coloradada traida de Pozoblanco. LLeva ahi mucho tiempo, pero es que no creo que me vaya bien para el colesterol, asi que la escondo porque si la veo mucho me la como de una sentada.
En la siguiente repisa esta siempre la mantequilla, unos botes de judias y garbanzos
que usamos para ensaladas de pasta (ingredientes para ensalada de pasta nunca falta),
unos yogures para el colesterol, para contrarrestar la manteca, y el pan bimbo. Los huevos esos ahora que los veo debería tirarlos, creo que están ahí desde el verano.
Mas abajo es el estante de las salsas y conservas, como aceitunas y guindillas,
yo creo que la mayoría caducadas. El salmón ahumado y el queso siempre están
aquí cuando los hay.El primer estante siempre esta lleno de cervezas, limon, tinto de verano, etc ...., nunca se sabe quien va a venir a casa. Yo tambien tengo Mahou.
En los cajoncitos estan las verduras cuando las hay. Ahora hay media calabaza para hacer al horno, unos tomates y unas limas para hacer mojitos. Y medio pimiento no se por que.



En la puerta, quizá lo mas curioso es la repisa de arriba. Aparte de un bote de ketchup que sobro de una hamburguesada en verano, hay como 10 carretes de fotos. Si de esos. Ya solo el que sean carretes da a ver que están ahí desde antes de la era digital. Y han viajado.Estaban en mi nevera en Leeds a finales de 1990, se mudaron a Oxford conmigo en 2003,y en 2006 vinieron a Madrid. Alguien me dijo una vez que en la nevera se conservan mejor y ahí están. Por lo demás, hay salsas para quesos y pates, mermeladasy la leche mas abajo. Hay una botella de pacharan casero de hace unos 3 años, yo creo que eso ya estará malo. Ni siquiera me gusta el pacharan. Alguien lo dejo ahi."


Gema22:



Pues mi nevera esta un poco vacia, pero bueno, ya este finde toca compra, pero a mi no me importa mostrarla asi, o esque todo el mundo tiene la nevera llena siempre??? Eso si pachi yo me ahorro el descongelarla que para eso me la compre no frost.
En la parte de arriba tengo un carton de huevos sin empezar, y un plato con la carne preparada para hacer fajitas que es lo que tengo de cena, en el cajon que cuelga tengo los embutidos, pero ahora solo hay un sobre de queso y otro de jamon cocido.
En medio hay un paque te de margarina, otro de queso de untar y pate, un mini plato de macarrones que me han sobrado de la comida y unas coca colas.
Abajo del todo estan los yogures, queso fresco y eso que esta tapado con papel de plata es una lata de aceitunas empezada.
En un cajon hay un sobre con zanahoria rallada (para las ensaladas) y en el otro cajon hay limones y mandarinas.
El cajon de abajo del todo es para la carne y pescado, vale, ahora recuerdo ke el plato de arriba estaria mejor abjo, en fin...
En la puerta las salsas (picante, mostaza, ketchup, mayonesa, nata), vino blanco, leche, un tarro de tomate empezado, unos huevos...

Y esta es mi nevera, solo hace falta llenarla un poco mas jeje


Regaliz:



Anónimo desde ciudad cervantina:



Kiraymaggie:



En la balda de arriba hay una botella de agua (nomalmente hay 3 o cuatro, en casa no puede beber agua del grifo) y las mantequillas y mermeladas
En la otra tengo unos tupper, con manzanas asadas y unos trozos del turron de coco que hice, y queso de untar
En la otra normalmente va el embutido que ahora no hay, estan unas alitas descongelando para la cena de esta noche, y un par de paquetes de salchichas para macarrones de urgencia.
en la otra balda, normalmente van las latas de cocacola que ahora no hay,
y en el cajon de la fruta, en uno lechuga y unos tomates y en el otro unos melocotones y unas chirimoyas
y en lo ultimo es la parte superfria que es para guardar la carne y eso, pero que ahora solo tiene un molde de bombones enfriando, una botella de casera y una de te.
En la puerta, pues los huevos, restos de un limon que utilize ayer y que no guarde en su cacharro Las salsas varias, y los vinos y esas cosas¡¡¡


Capisi:



(Que se ha cargado un cajon del congelador por hacer la foto!!!)Huevos que no me caben en la huvera (¿se dice así? jajajaa)Postres se notan las ofertas del 2x1 etc...¿verdad?Un bote de bicarbonato que dicen absorbe los malos olores...
Tomate casero en conserva...Lo del plato son pimientos verdes fritos pa el bocata de lomo de esta noche....y el lomo....Caldo concentrado de cocido que descongelé para mañana hacer sopa....Y unos rovellones que me han regalado unos vecinos.....


Juan Pedro:



Como puedes ver mi nevera está casi vacía. Unas 10 cervezas, una botella de cava, mantequilla, 2 botes de mermelada, una lata, un par de cebollas, un par de puerros y una caja de manzanas que me trajo mi padre el otro día. Se llama falta de tiempo y que hace un mes que no voy a comprar. Este fin de semana espero ir rellenenadola.

Mamen:



Montse:

lunes, 15 de noviembre de 2010

Y todo sin Facebook

Ahora parece que es muy fácil mantener el contacto con gente de tu pasado. Facebook y otras redes sociales te permiten buscar en el baúl de los recuerdos con bastante éxito. Pero hubo una época más oscura en la que de repente te daban ganas de contactar con esos amigos de los que hacia tiempo no sabías nada, esos con los que, sin saber por qué, te habías dejado de ver. Y no era inmediato. Me pasó con dos grupos, el de la facultad y el de Corepo (Montenebro para los chicos de hoy en día), la urbanización donde veraneaba de pequeño. No fue tan complicado en ninguno de los dos casos. Sólo hubo que poner un poco de ganas y la cadena localizadora funcionó. Me recuerdo mirando agendillas de teléfonos casi borradas y teniendo que probar varios números borrosos hasta acertar. Alguna madre hasta se preocupó de que llamáramos ahí preguntando por su hijo, que llevaba años sin vivir con los padres, pensando que es que le había pasado algo!!! Y resultó que todos estamos encantados de volver a conocernos. No dejamos pasar más de un mes sin tomar unas cañas, jugar un póker o montar una cenita. Bien por los viejos amigos.



Una de estas reuniones tuvo lugar el pasado jueves en “El Rinconcito de Juan”, cervecería, bar, restaurante, taberna…como más os guste, en la calle Pradillo 8, Madrid. Con los de Corepo esta vez, posiblemente los amigos más antiguos con los que sigo teniendo contacto. Temas de hoy y temas de siempre, esos veranos, muchas risas y mucha, mucha cerveza. No en vano algunos de mis más etílicos episodios los he vivido con ellos…:)
El lugar donde las tomamos es muy agradable. La compañía también hace mucho, claro. Mesas de madera, un servicio muy atento, siempre sonriente y unas buenas raciones. No pedimos demasiada cantidad. Una ración de croquetas hermosas, con tropezones que casi se acercaban a tacos de jamón.



Un generoso plato de lacón con abundante queso de tetilla fundido por encima, al que yo le habría añadido algún pellizco de pimentón. Unos correctos huevos estrellados con pimientos y chorizo, aunque uno de los huevos vino más hecho de lo que me gusta. Y una de oreja a la plancha con limón, rica, rica, con zonas crujientes alternando otras más gelatinosas.



Y si la cuenta no me falla, siete u ocho tubos de cerveza cada uno, más otra ronda a la que invitó la casa, un detalle. Con tal cantidad de birras, el precio nos pareció muy bueno, saliendo a 20 euros por cabeza ( cinco fuimos). Salimos de allí casi cuatro horas después de entrar, tiempo que da para mucha risa, para conversación seria, múltiples flashbacks y planes para la siguiente. Y sin pasar por Facebook.

Nota: esta semana me toca empezar a controlar otra vez el peso. Cervezadas como ésta y algunos episodios triperos que narraré en días venideros me han vuelto a meter 10 kilos desde mínimos (que me ponen a 10 kilos de los máximos también, cosas de las matemáticas de las lorzas).

lunes, 8 de noviembre de 2010

Quemando calorías.

Como os podréis imaginar, delicias hipercalóricas como esa crema de nubes que ponía en el post anterior nada bueno pueden reportar a mi estilizada figura. Mi tendencia ha sido, es y será siempre a la esfericidad. Como lo de controlar la comida lo llevo regulero, de vez en cuando hay que quemar tema.

Este fin de semana ha tocado carrerita. Los 10 Km del BBVA. Hacia fresquete, así que me enfunde las mallas de neopreno (agradeced que no hay fotos), el chubasquerillo y hala, madrugón. Llegué prontísimo, a eso de las 8:00 y la carrera empezaba una hora más tarde. Recogida del chip, diez minutillos de calentamiento, un paseito, más estiramientos, meadita de última hora y a corre Castellana abajo. Buen trecho fácil de correr. Un repechito en el giro hasta Príncipe de Vergara subiendo por Jorge Juan y otra vez cuesta abajo hasta el Retiro (Km 5) y más allá.



Eso si, tanta cuesta abajo se paga. Al llegar a Atocha, subida dura por Alfonso XII y entrada al Retiro...Y ahí lo mas jodido.Subida chunga, ya cansado, hasta el Angel Caido...Ahi es donde se pagan las pancetas, las cremas de nubes, las hamburguesas y todas esas viandas pecaminosas. Finalmente un par de sube bajas más y llegada a meta lengua fuera. El objetivo primero cumplido: terminar. El segundo también: bajar del tiempo hecho en mi anterior carrera.Paso de 52:14 a 50:38. Buena mejora!!! Eso me deja clarito el objetivo para la siguiente: 4 segundos por kilómetro mas bajo y estaré ya por debajo de los 50 minutos.

Ah, y ni Isostar, ni Aquarius ni leche.Para reponerse, cocidazo para comer y un Viña Tondonia Reserva del 98 de acompañante...:)

jueves, 4 de noviembre de 2010

Americanadas

Una de productos rarejos traídos de más allá del océano, cortesía de Laura y de la tienda “Taste of America” de Pozuelo. Guarrerías a cual más deliciosa… Unas palomitas con toffe, crema Campbells de champiñones, mango deshidratado, unos snacks de zanahoria, unos bastones de caramelo, más de adorno que otra cosa para las futuras navidades y un bote de una de las cosas más gorrinas que haya visto en tiempo: crema untable de nubes. He buscado a lo largo del bote y no pone las calorías que tiene. Me imagino que el número daría la vuelta varias veces a la etiqueta!!! No tengo ni idea de cómo comerla. De momento le hemos dado salida a cucharadas (santo cielo) o montada en galletas Chiquilín…para rebajar un poco el nivel de dulzura…:)



Y más americanadas. Primer año que me tuneo en Halloween. Hay algunos detalles que pulir, como los ojos en plan mapache, pero en general no soy un mal zombie. El toque gourmet lo pone el brillo de la cicatriz que me recorre la cabeza, que luce brillante gracias a mermelada de fresa.

martes, 26 de octubre de 2010

Una de indios.

Que no es una peli de vaqueros. Era un clásico entre las preguntas con trampa del Trivial: “¿Cómo se llaman los habitantes de la India?” y uno decía “Hindúes”. Y ya estaba liada. En la tarjeta ponía “Indio”. Y que si, que no, que es lo mismo, que no lo es, que te tiro el quesito, que te comes los dados… Para vuestra información, hindú es seguidor de una forma de vida, el hinduismo, no exactamente una religión, pero casi…Indio, efectivamente, es habitante de La India. Pero al final la RAE acabó por equiparar ambos, con lo que cualquiera de los dos te serviría en Pasapalabra (eso si, uno con hache…:)).
Tras este pequeño inciso, vamos al tema de hoy. Como habréis visto por nuestros viajes a Portugal, allí tenemos un restaurante indio de cabecera, que nos encanta y al que siempre vamos un par de veces en vacaciones. Es una comida que nos gusta mucho, que aporta sabores a los que no estamos acostumbrados, especiados y a menudo picantes, con unas salsas untuosas. Pues la cosa es que allí es una comida muy popular y no es difícil encontrar en los supers secciones dedicadas a esta culinaria. Así que estas últimas vacaciones aproveché para traerme un buen cargamento de latas para diferentes preparaciones.



Estrenamos el surtido con la preparación Korma. Un resumen simplista sería que se trata de una salsa con una base de curry, cebolla y leche de coco. El preparado incluye tropecientas especias, frutos secos y crema. La receta es muy sencilla: pochas una cebolla grande bien troceada en mantequilla, añades 400 gramos de pollo y cuando empiece a sellar añades el bote y otros 400 gramos de leche de coco (un bote normal, vamos). Y dejas cocer por 20 minutos. El resultado es un plato sabroso, de intenso sabor y salsa espesa. Ideal para acompañar con un arroz o con un cous cous. La mezcla de especias del bote de preparado es difícil de lograr en casa, pero reconozco que mi pollo con cococurry de manzana, parecido al Korma pero no igual, no está tampoco mal, por si preferís una receta más casera.



Ya os contaré qué tal los otros botes, porque éste era el único con una guindilla dibujada. Los otros tienen dos o tres…deseando estoy probarlo con bebida al lado.:)

viernes, 22 de octubre de 2010

Hamburguesas para todos

Las hamburguesas, pese a quien pese, son de las comidas más repetidas por servidor. No creo que desde hace mucho, muchísimo tiempo, hayan pasado más de tres semanas sin que caiga al menos una. Aunque habrá quien no pueda con ellas, no hacemos ascos a un whopper o un bigmac de tarde en tarde. Es más, me gustan, y dependiendo del día, me apetece mas una que otra. Llevado un poco más lejos el tema están otras clásicas, las del Hollywood. Me quitaron de la carta la que llevaba una rodaja de piña, pero bueno, ahora tiramos de la Bacon Burger y de alguna de las más sofisticadas, con queso de cabra y cositas así. Si nos vamos aún más allá, están las probadas en Peggy Sue, New York Burger, Alfredo’s, Home Burger…Todas las tenéis descritas en el Excel habitual (ver columna de la derecha, guia de restaurantes LP).

Cuando las hago en casa la receta habitual, para cinco o seis generosas raciones, son 500 gramos de carne de cerdo picada, otros 500 de ternera, un huevo, una rebanada de pan de molde picada muy fina, tres cucharadas soperas de leche, la necesaria sal y habitualmente pimienta, tomillo y romero. Las hago bien gorditas y las dejo su tiempo fuera de la nevera para que al hacerlas al punto no se queden frías por dentro. Hago una picadita de cebolla pochada con mahonesa y mostaza con la que unto el pan inferior, un poco de lechugas variadas, la carne en sí y si apetece, un trocito de queso brie, que dejo sobre la carne en la sartén una vez dada la primera vuelta. Así oficiamos la hamburguesa en casa.

El otro día picamos en una alternativa. Vimos en el mercado de Chamartín el puesto de Raza Nostra y ahí han incluido cual apéndice Hamburguesa Nostra. Se definen como hamburguesas de autor. Concretamente de Juan Pozuelo, al que conocía de Canal Cocina. Tienen unas treinta variedades de hamburguesas, que se venden crudas, por unidades, a precios que van del 1,90€ a los 3€. También te venden allí salsas variadas para llevarte y un muy buen pan de hamburguesas.




Así que caímos. Nos llevamos para probar una “Raza Nostra” de 1,90, de Ternera de Guadarrama, tomillo, romero, orégano, ajo en polvo y pimienta y una India, también de 1,90, de la misma carne pero con cúrcuma, cardamomo, canela y azafrán. Y dos panes, claro. Te vienen con unas instrucciones precisas, sobre la plancha fuerte, el poco aceite… Poca guarnición aparte de la lechuga y un poquito de cebolla, para ver que tal de sabor.



El resultado no estuvo mal pero tampoco fue para tirar cohetes. La India me resultó un tanto plasticosa (por si lo preguntáis SI quité el plástico protector…:) ), un poco dura. La otra mejor, mas tierna y con sabor mas conseguido. Las preferiría un poco más gruesas, incluso a costa de un menor diámetro. Una alternativa más para disfrutar de las hamburguesas en casa, aunque reconozco que me decepcionó un poco.

jueves, 7 de octubre de 2010

Asturias 2010 (III): vuelta a casa bien cargados.

Antes de la vuelta a Madrid era pertinente hacer compritas por Cabrales. Obviamente, viajó conmigo a Madrid una cuña de buen queso de Cabrales, pero no fue el único. Me llevé también un queos de La Peral, azul pero más suave, un afogal pitu, con su peculiar paladar y un ahumado de vaca muy rico. Un paquete de sobaos pasiegos San Pelayo y una quesada completaron la cesta de la compra. Desayuno más ligero que días anteriores, dos biodraminas (que uno acaba aprendiendo) y de vuelta a Madrid. Pero no sin hacer escala para zampar en Burgos. Nos acercamos a la zona de la Universidad donde nos habian recomendado el restaurante “Azofra”. Por lo visto antes era un sitio chiquitito, pero lo han reconvertido a lo más parecido a un salón de bodas. Al entrar ves directamente los hornos repletos de corderos y ves venir que la cosa va a estar bien.



Se pidiéron como entrantes unas verduras a la parrilla, correctas y algunas sopas castellanas, un pelín sosas, con su huevo y su jamón picado.





De principales, carnazas varias. Bandeja de tierno cordero para tres, que se soltaba de los huesos sólo con mirarlo.



Yo tire de un jugoso entrecot, de muy buen sabor.A mi lado perecieron unos buenos solomillos.



Antes del postre alguién lanzó un órdago y se pidieron unos pinchos de morcilla, así, por probarlos. “No nos vamos a ir de Burgos sin decir que hemos probado la morcilla!!”. Hermosos trozos, de mínimo dos bocados aunque algún intento acertado hubo de ingerirlos de uno solo. A los postres, alguna tarta, algunos cafés y algún licor para los no conductores.Salimos a unos 3o euros, creo recordar.Y vuelta hacia Madrid, con el estómago lleno, la cabeza descansada y un buen saco de buenos recuerdos.

Y para acabar, pues fotillo descansando los pies en el Cares, tras la primera parte de la ruta.Efectivamente, me apretaban los calcetines...:)

miércoles, 6 de octubre de 2010

Asturias 2010 (II) : la Ruta del Cares y el baile de precios.

Tras haber hecho acopio de energía con la cena del día anterior, nos levantamos, desayunamos en el hotel y recorrimos en coche los escasos seis kilómetros que llevan de Arenas de Cabrales al inicio de la ruta del Cares, en Poncebos. Distancia suficiente para que la nenaza que soy se mareara cual pato. Esto hizo que los primeros 5 kilómetros de la marcha las pasara más bien chungamente. Uno mareado, otro con un medio esguince curándose, otro con vértigos y otro con ampollas a la mitad de la ida. No se sabía si era la Ruta del Cares o una peregrinación a Lourdes para curaciones milagrosas!! Aún así, el camino dio para imágenes realmente bellas.



Y más bellas...



Y ejemplos de la valentía del hombre ante las bestias de la naturaleza (en este caso, bestia regulera: un abejorro…) en el momento más inesperado. Yo iba a hacer una toma del paisaje y me encuentro con la bailarina...:)



Entre tullidos, cagones y demás, la vuelta sólo la hicimos Robo, MAX y servidor. El resto de la tropa se volvió, no sin cierta emoción porque parecía que al final no sería posible, en taxi. Alivio para los dolores de Carlos y Justo, descanso para los vértigos de Julio y Ramón. Eso si, se perdieron un contundente menú del día del restaurante “La Posada del Montañero” a base de fabada, potente de sabor, escalopines al cabrales y huevos con jamón, buenas raciones ambas. Feo el detalle de cobrarnos la casera cuando el menú anunciaba que incluía vino de la casa o refrescos y el cobrar el café cuando alguno no había tomado postre.



La vuelta la hicimos a velocidad progresiva. Básicamente fuimos de ir rapidísimo a ir (con perdón) follaos. Si a la ida tardamos 3 horas y cuarto, la vuelta la hicimos en unas poco saludables dos horas!!! Vamos, que ya teníamos excusa para volver a zampar. Y ya teníamos destino. El local donde tomamos las sidras el día anterior tenía una parrilla de lo más interesante, así que allá fuimos. Pero tiene su historia.

El restaurante se llama “Sidrería Ribeles”. Nada mas sentarnos, cervecitas, sidras y demás. Nos cantan lo que tienen en la carta de parrilla y entre otras delicias nos plantean el chuletón de buey. Voto unánime: siete chuletones para siete tragones. De entrantes unos choricitos criollos, una riquísima ensalada de Cabrales y nueces y otra mas normal de pollo.




Y nos presentaron los señores chuletones. Como podéis ver, tremendos.



Mientras acabábamos los entrantes fueron oficiándolos. Los vinos nos dieron la primera nota amarga de la noche. Dos tintos roble, uno cobrado a 14 y otro a 20 euros, caros, que no convencieron nada, pero es que no tenía otro vino (?). Cosas de la tecnología: no pudimos resistirnos a mirar en Internet vía Blackberry o similar el precio en tienda….Joder, 3 y 5 euros. Multiplicación por 5!!!! Pero llegaron los chuletones y se nos pasó el disgusto. Una carne rica, bien hecha (salvo para Julio, que pidió que se la volviera a pasar 200 veces), acompañada de patatas y pimiento rojo. No era la mejor que haya comido en mi vida pero la nota era muy buena.Quedó aún sitio para probar una ración de costillitas, normalitas.



A los postres más bien poco, porque poco tenían.Les quedaban tres flanes y poco mas (¿). Joder, si éramos los únicos clientes de la noche!!! Raro. Nos trajeron, tras los cafés, licores a discreción. Uno de ellos, una crema de orujo, triunfo hasta quedar vacía la botella. Aquí alguien ya apuntó: “Nos van a clavar: nos han dejado los licores en la mesa como invitación…eso es que ya se lo han cobrado”. Pedimos la cuenta esperando algo similar al día anterior, sobre 25-20 euros por persona. Y nos cascan algo más de 50!!!! Sorpresa general. Preguntamos de donde ha venido el clavo. Respuesta: el chuletón, a 30 euros la pieza. Se te queda la cara de tonto. Mal está que te “canten” lo que tienen sin decirte al menos los precios, pero tampoco estuvimos hábiles preguntando. Pero 30 euros el chuletón es ya tirando a caro incluso en Madrid. Allí, con mayor cercanía de materias primas y sin tantos intermediarios, parecía exagerado. Entre el sablazo conocido del vino y este sorpresivo de la carne, salimos de allí con mal sabor de boca.

Pero ya puestos, teníamos curiosidad por saber a cuánto nos habían cobrado el kilo de chuletón. Ya sabéis, un poco el recurso del pataleo. Así que otra vez excursión para adentro. Pero no nos lo dijeron a las claras. Nos dijo la jefa que cobran a 30 euros la pieza de entre 800 y 900 gramos. Un momento!!! Recordábamos como la camarera nos dijo que eran 600 o 700. Que ya metidos en esos números, la diferencia podía ser un 30%. Nos hablaron de lo buena que era la carne (cosa que no discutimos, estaba muy buena), del hecho diferencial de la parrilla y el parrillero (bueno, lo cierto es que de nuestra mesa creo que todos podríamos haber oficiado tan bien como el parrillero esas viandas) y de los costes que conlleva.No dudamos de que el resultado era bueno, pero claro....tanto?



Al final la dueña nos ofreció, ya que no nos había dicho el precio y ya que no aparecía el chuletón de buey en la carta, a cobrárnoslo como el de ternera, es decir, 5 euros menos por cabeza. No era el objetivo la rebaja, sino más bien la información y la corrección para futuros clientes. No os llevéis a confusión: toda esta conversación, que podría haber sido desagradabilísima, fue llevada en un tono tremendamente conciliador entre nuestro negociador, Justo y la gente del bar. Sólo era violenta la situación, pero el trato fue perfecto, no podemos negarlo, con una camarera simpatiquísima y amable, al igual que el parrillero, y una dueña siempre dialogante. La simple corrección de tener una carta en condiciones que presentar al cliente habría hecho desaparecer el problema: si lo quieres a ese precio, lo pagas, y si no, pues no.Y todos felices.

Pero bueno, la noche no había sido en absoluto mala y aprovechamos esos 35 euros devueltos para una de las varias rondas de copas y cervezas tras el atracón de carne. A eso de la una de la noche, de vuelta al hotel, aun nos quedaron ganas de más. Max ofreció generoso uno de sus vinos bag in box (ver post anterior) y le dimos unos cuantos viajes, acompañados (el pecado se llama gula concretamente) por unos sobaos pasiegos que había comprado para llevar.Pobres, ya nunca saldrían a conocer mundo...En fin, el hambre y la sed del montañero debían ser…Hartos como boas y satisfechos con la jornada, pusimos cierre y a descansar para la vuelta a Madrid…Aún nos reservaría otra entripada!!!!!